Mamiya C330

photos by ©Efraín Bojórquez

Hace tiempo un muy buen amigo tuvo a bien prestarme una Mamiya C330. Una cámara con la que tenía muchas ganas de tirar.

Primero que nada, debo decir que es el aparato más exquisitamente complicado que hay en este mundo para hacer fotos. No dudo que haya otras cámaras más deliciosas o más complicadas, pero las dos cosas juntas?… ay, nanita!!.

¿Por qué complicada? porque tiene toda una serie de controles mecánicos que ayudan (aunque no del todo evitan) que se eche a perder un fotograma o un rollo completo: una palanca para cambiar el lente, otra palanca para alistar el obturador, una más para bloquear el obturador, botón para exposición sencilla o múltiple, escala de distancia dependiente del lente, corrección de paralaje… en fin, todo lo que se puede pedir!

Exquisita, pues el obturador de hoja es silencioso y muy estable, lo que permite disparar a velocidades muy bajas aún sin el uso de un tripié. Exquisita porque el visor no tiene igual en términos de nitidez. Exquisita porque cada varilla, tornillo, pliegue y manivela se siente en la foto.

Hubo un par de errores ocasionados por falta de tiempo para una instrucción apropiada… o la premura por empezar a usarla, más bien. El primer de estos, la corrección de paralaje. Confiando en que sólo bastaba con la representación de la escala (que también se mueve junto con el lente), me olvidé de mover una perilla que debe moverse con el cambio de lente para ajustar el indicador dentro del visor. Afortunadamente, estos errores se presentan, cuando se dispara a una distancia muy cercana, de modo que en la mayoría de los casos ignoré la marca de paralaje por simple sentido común. Lo que hice en estos casos fue recortar las fotografías a un formato rectangular, que, si bien arruinó mi idea original, me permitió no quedarme con las manos vacías (ninguna de estas fotos es mostrada en este post).

El segundo error en el que caí, fue en la falta de compensación de exposición que se necesita al extender demasiado el fuelle para tomas cercanas. Conforme se aleja el lente del plano de la película, debe hacerse una compensación en exposición, pues efectivamente se está cambiando el número f para una apertura dada (f = longitud focal / diámetro de apertura). Este error fue menos evidente que el del paralaje pues nunca llegué a necesitar (en retrospectiva) más de un paso de compensación, paso que ya estaba utilizando al sobreexponer un paso por costumbre todo negativo de color que utilizo.

Al final de cuentas, es una maravillosa cámara que nos hace aún más lentos y nos fuerza a pensar mejor las composiciones, ya que sólo nos permite 12 cuadros por rollo.

La experiencia de usarla fue muy enriquecedora, muy recomendable para cualquiera que quiera ingresar al formato medio… yo no tardo en pedir la mía!!!

A while ago, a good friend of mine had the good will to lend me a Mamiya C330. A camera with which I had really wanted to shoot.

First of all, I have to say that it’s the most exquisitely complicated photographic device that I’ve had the fortune to use. I have no doubt that there are more exquisite or more complitcated cameras to use, but to get both things in one camera?… My oh my!!

Why complicated? Because it has a whole set of mechanical features designed to prevent you from spoiling a frame (or the whole roll): a lever for changing lenses, another one for the shutter, another for shutter lock, a single/multi exposure knob, distance scale for diferent lenses and paralax correction… the whole shebang!!

Exquisite because of the leaf shutter quietness and stilness which allows for very slow shutter speeds even handheld. Exquisite because of the waist-level viewfinder, unmatched when focusing by eye. Exquisite because every rod, screw, wrinkle and lever can be felt in the photo.

There were a couple of mistakes caused by the lack of time for proper instruction… or, for a more accurate reason, the rush to use it. The first mistake was related to paralax correction. I believed that it was just a matter of setting the correct distance scale after changing the lenses, but it turned out that I needed to turn another knob on the left side to adjust the paralax correction for the corresponding focal length. Fortunately enough, these mistakes only show up when shooting at close range (3-5 ft), so I ignored the paralax mark most of the time and just used common sense. What I did on the photos that came out wrong was to crop them to a rectangular form factor, which, while ruining my original idea, allowed for a decent photo in the end (none of these pictures is in the post).

The second mistake I fell into was to ignore the exposure compensation needed when you extend the bellows for a close-range shot. As you extend the bellows further you’re effectively changing the f number for a given aperture (f number = focal length / aperture diameter). Hence, you have to compensate. This mistake was less evident (in retrospect) because I never actually needed to compensate, since I was already over exposing my film by 1 stop (I almost always do).

The Mamiya C330 was, in the end, a wonderful camera to use. It makes you go even slower than with a «normal» SLR and it forces you to think about your shot even more, since it only allows for 12 frames per roll.

It’s really a very rich experience, very suitable for anyone venturing into medium format cameras… I’m so darn close from getting mine from eBay!!

Deja un comentario